martes, 30 de octubre de 2012

CAMINO AZUL: EL INICIO DE LA AVENTURA

EL INICIO DE LA AVENTURA

Todo comenzó cuando realicé el servicio social. Cursaba quinto de bachillerato, hoy en día décimo y me correspondió en un hogar de la Sociedad  San Vicente de Paúl en el barrio Santa Cruz, un sector marginado del área metropolitana. Habían en ese hogar unos 25 o 30 niños, hijos de recicladores,  los cuidaba una sola señora quien al mismo tiempo debía preparar los alimentos, llevarlos al baño y acompañarlos. Allí todo era un caos en el que tres veces a la semana llegábamos cuatro compañeros para alivianar la carga de aquella mujer. Cumplimos nuestras 80 horas y nos quedamos diez años más allí como voluntarios todos los sábados.

Motivada con el trabajo con la comunidad, me presenté a enfermería en la universidad de Antioquia  y cuando apenas estaba iniciando el segundo semestre debí retirarme por las condiciones económicas de mi familia y ponerme a trabajar. Ya laborando inicié psicología y en las prácticas sentía que cada vez necesitaba de un contacto más cercano con los niños, más no pudo ser ésta vez, pues vino el amor, el matrimonio, el primer hijo y prematuro por demás...¡éste sueño se aplazó de nuevo!

Cuando se tiene al lado un ser maravilloso como esposo y que comprende que los sueños de su amada deben ser acompañados y motivados, el proyecto de vida se hace más certero. Fue así como inicié la licenciatura en educación infantil con énfasis en consultoría psicopedagógica para conjugar los estudios anteriores. Faltando un semestre para terminar la carrera mi esposo y suegro sufren un accidente de tránsito en el que mi suegro pierde la vida y mi esposo queda en silla de ruedas durante un año. ¡Mi sueño de nuevo flaqueaba! pero el apoyo de mis compañeras de universidad, el rector y los profesores hicieron posible que culminara la licenciatura.

Ya con mi cartón de licenciada y mis otros estudios, la universidad me pidió que me quedara como docente; allí permanecí un año, luego me ofrecieron trabajar con los reinsertados del municipio de Itaguí, posteriormente trabajé por cobertura con jóvenes en bachillerato hasta que presenté el consurso en 1998 ocupando el primer puesto y desde 1.999 dí inicio a la más maravillosa de las experiencias.

Es por ello que hoy puedo decir que soy maestra gracias a la misericordia de Dios, María Santícima, el apoyo de mi familia y el cariño de mis amistades.

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